miércoles, 9 de mayo de 2012

Diálogo con un dios

Tan cansada levanté un pie de piedra, comí otra piedra y lloré cristales.
Tan cansada levanté otro pie de piedra, fui al mar y pedí desaparecer.
-No -me dijo el dios, -todavía estás...
Cuando la piedra sea tu cuerpo, sin sonrisa ni aliento, vendrás otra vez.-
-NO -repliqué -cuando sea piedra no iré.
Dejaré que las flores me cubran, que las abejas me canten,
sentiré las cosquillas de las hormigas.
y de lo más pequeño sacaré la vida.
-NO -le dije -cuando sea piedra no necesitaré un dios.